Lo que debía ser una fiesta, se transformó por varios minutos en una anarquía luego que aficionados de Panamá Metro y Chiriquí invadieron el terreno del estadio Rod Carew sin que la Policía actuara a tiempo para evitar que los incidentes se extendieran por más tiempo. 5jcl
El partido inició con retraso debido a que Chiriquí no estaba de acuerdo que los jugadores Carlos Martínez e Ibrahim McKenzie jugaran tras ser expulsados en el quinto juego, pero una apelación a la sanción permitió que pudieran ser incluidos en el listado oficial. Inclusive el juego fue protestado por los chiricanos.
Luego que había transcurrido sin incidentes el encuentro, en el octavo episodio empezaron los problemas cuando un aficionado de Panamá Metro invadió el terreno con una bandera del equipo llegando hasta la primera base con una pelota para que fuera firmada por McKenzie y se retira sin que la policía tomara medidas al respecto lo que ocasionó que dos fanáticos de Chiriquí hicieran lo mismo, pero recorriendo sin problemas las bases, lo que hizo también una aficionada de Metro y es cuando recién comenzó a hacer su trabajo la policía que después detiene a un aficionado chiricano que también había ingresado al terreno lo que provocó el retraso del encuentro.
Tras superar esta parte de los incidentes, el encuentro no se pudo reanudar inmediatamente debido a que la novena chiricana no quería entrar al campo si no le garantizaban la seguridad y no fue hasta que uno de sus patrocinadores llamó al presidente de la Liga Provincial de Chiriquí para decirle que siguieran jugando y de esa manera se reanudó el partido que finalizó con los tres últimos “outs” que fueron conseguidos de manera fácil por Metro ante la poca resistencia de los chiricanos por querer remontar el marcador.
Panamá Metro ganó el sexto juego 5-1 dejando la serie final a su favor 4-2 para el título número 17 de los " metrillos" que no levantaba la copa desde el 2004.
FUENTE: Arturo Bolvarán C.