Aunque habrá que esperar hasta el mes de marzo para saber si Iker Casillas podrá retomar su carrera deportiva tras el infarto de miocardio que sufrió el pasado mes de mayo, o si por el contrario tendrá que colgar definitivamente las botas para dedicarse a otros menesteres en el mundo del fútbol, lo que de verdad importa es que el todavía portero del Oporto no ha dejado de hacer grandes progresos en su proceso de recuperación y, como se desprende de su último mensaje, que su optimismo no ha parado de intensificarse desde entonces.
"El camino está siendo abrupto, pero se avanza. Continuaremos en la senda, ya queda menos. ¡Buenas noches, mundo!", reza el diagnóstico tan positivo que ha compartido con sus seguidores de la red social Instagram, una gran noticia que su esposa, la periodista Sara Carbonero, no ha dudado en corroborar con un comentario lleno de esperanza y positivismo: "¡Ya estás llegando a la meta!", le ha dirigido para exhibir una vez más el apoyo incondicional que le ha brindado siempre.
Los dos enamorados, padres de los pequeños Martín y Lucas, pusieron de manifiesto hace solo unos días que ese tándem perfecto que forman también se aplica a la lucha de Sara contra los efectos del tumor que le fue detectado a mediados de mayo, poco después de que el deportista viviera el mayor "susto" de su vida, y que le fue extirpado de forma casi inmediata en una clínica de Madrid.
"¡Un día para estar muy alegre!", escribía el excapitán de la selección española sin dar más detalles sobre los motivos de su particular entusiasmo. Poco después, la toledana publicaba en su cuenta de Instagram una foto del ramo de flores que había recibido de su buena amiga Isabel Jiménez, también periodista, junto a una nota en la que le animaba a celebrar una gran noticia que, sin embargo, todavía no ha sido desvelada. "¡Sabía que no tenía que esperar! ¡Hay mucho que celebrar, comadre!", rezaba el mensaje de Isabel.