La devastación causada por el tifón de la semana pasada ha sido difícil para los filipinos que viven en el resto del mundo, pero para los 300,000 marinos de ese país que trabajan en altamar, recibir noticias de sus familiares ha sido un reto enorme. 413wf
Aproximadamente 20% de todos los marinos del mundo —los hombres y mujeres que forman las tripulaciones de los barcos de carga y que permanecen en ellos varios meses al año— son de esa isla nación y muchos han perdido familiares o amigos.
Organizaciones de marinos mercantes, líneas de transporte y sindicatos están trabajando para ayudarlos a comunicarse con sus familiares, con frecuencia a miles de kilómetros de distancia, desde todos los mares del mundo.
Algunos grupos les ofrecen tarjetas gratis de llamadas cuando llegan a puerto, mientras que otros les ofrecen llamadas gratis por teléfonos satelitales desde los barcos y boletines electrónicos informativos con información de última hora sobe el tifón. Medios sociales específicos de los marineros, como CrewToo y varias páginas de Facebook también llenan el vacío de información en una industria que depende de Filipinas para conseguir buena parte de su personal.
La compañía V. Ships, que suministra marinos mercantes a los barcos del sector, tiene unos 7.000 filipinos trabajando en todo el mundo y unos 2.600 son de la zona afectada por el tifón, dijo el portavoz Patrick Adamson.
La compañía ha enviado un equipo a la abrumada ciudad de Tacloban para recopilar información sobre las familias de los marinos en su nómina y llama directamente a los barcos con noticias para los empleados.
La compañía también estableció un equipo de emergencia en Manila para ayudar a coordinar la comunicación entre los marinos y sus familias, agregó Adamson.
"Un hombre que estén en un barco a mucha distancia no tiene idea de dónde está su familia y no puede hacer nada. No puede subirse en un avión. Está desesperado", dijo.
Se ha permitido a los marinos mercados abandonar sus barcos y regresar a casa, y algunos lo han hecho, pero la empresa dijo que ha podido encontrar reemplazos sin afectar el negocio, explicó Adamson.
Los marinos filipinos han acudido a la Asociación de Ministerios Marinos de América del Norte, formada por capellanes de puerto de varias religiones en todo Estados Unidos, Canadá y el Caribe.
La organización tiene en todos los puertos de América del Norte y en algunos lugares los marineros filipinos han pedido la celebración de misas católicas a bordo de sus barcos o en el puerto, dijo el director ejecutivo Jason Zuidema.
La Casa del Marino en Fort Lauderdale, Florida, se ha acercado a las líneas de crucero y le pidieron que realizara misas a bordo, dijo la directora ejecutivo Lesley Warrick.
Eso es muy poco común porque para los grandes barcos el tiempo es dinero y por lo general tratan de entrar y salir de puerto lo más rápido posible.
La organización pidió la ayuda de la arquidiócesis local, que envió un sacerdote que habla tagalo para decir misa, agregó Warrick.