La Fiscalía General informó el martes que allanó en el norte de esta capital una central de inteligencia desde la que, al parecer, se espiaba el correo electrónico del presidente Juan Manuel Santos y de representantes de las FARC en el proceso de paz con el gobierno. 3j5j2e
"También tenemos como hipótesis, con algunos elementos de juicio, para suponer que eventualmente a través de esta oficina se pudo hacer la interceptación de los correos electrónicos del presidente de la República", aseguró a los periodistas en rueda de prensa el fiscal general, Eduardo Montealegre.
Santos no se pronunció de inmediato sobre este nuevo caso de supuesto espionaje denunciado el martes en su contra.
Pero el ministro del Interior, Aurelio Iragorri, sostuvo a un grupo de reporteros que "parece ser que se encontró... al zar de las interceptaciones ilegales, un tema gravísimo para la seguridad de la república y ojalá se llegue a lo más profundo en estas investigaciones".
El fiscal precisó que se llegó hasta el lujoso edificio donde funcionaba la central de inteligencia por fuentes de la entidad a su cargo que no identificó.
Según Montealegre, "tenemos datos de que fue interceptado el jefe de prensa de las FARC en La Habana, de que estaba interceptado un correo institucional del gobierno nacional, de que estaban interceptados dos periodistas cubanos en La Habana que cubren el proceso de paz".
Enfatizó en que "la finalidad de esa oficina, la finalidad de las personas que están vinculadas en esta empresa criminal, era la de sabotear, interferir y afectar el proceso de paz en La Habana".
Desde fines de 2012 el gobierno de Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) adelantan en Cuba un proceso de paz para tratar de poner fin a casi 50 años de confrontaciones entre las partes.
Montealegre aclaró, sin embargo, que en este caso "no se trata de un órgano de inteligencia del Estado, que no es una oficina de inteligencia estatal, que no se trata de un organismo de fachada de la inteligencia militar o de policía o de la fuerza pública colombiana".
El funcionario indicó que hay una persona detenida, Andrés Fernando Sepúlveda, quien "conoce muy bien todo el tema de informática, de interceptación de medios, sobre todo a través de medios electrónicos; es una persona altamente calificada".
El fiscal advirtió que aún está por establecer para quién trabaja Sepúlveda, que ya ha sido puesto a disposición de las autoridades y quien ha expresado su deseo de colaborar con la Fiscalía para conseguir eventuales rebajas de su pena.
A Sepúlveda se le imputarán en las próximas horas varios delitos relacionados con interceptación ilícita de comunicaciones. Se trata de establecer también, agregó Montealegre, a quién el hombre arrestado le vendía la información conseguida de manera espuria.
Ya el 22 de febrero pasado, la cadena Univisión había denunciado que al menos dos correos electrónicos enviados por Santos desde su cuenta personal fueron interceptados ilegalmente.
Según dijo la mencionada cadena estadounidense, los correos "chuzados" al gobernante "incluyen desde comunicaciones de tipo familiar y de finanzas personales, hasta correos privados con embajadores y ministros, pasando por recomendaciones de sus asesores de imagen".
En su momento, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, sostuvo que Colombia les pidió a cuatro países su colaboración para tratar de esclarecer el origen del espionaje: España, Reino Unido, Corea del Sur e Israel.
La Fiscalía dijo ese 22 de febrero que investigaría ese caso de espionaje contra el primer mandatario. Hasta ahora no se han hecho públicos los resultados de esa investigación.
No es la primera vez que se denuncia que un presidente colombiano es víctima de espionaje. En 2007 se reveló en un medio de comunicación una conversación telefónica privada del entonces presidente Álvaro Uribe (2002-2010).
En enero, el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía allanó en el barrio Galerías de Bogotá otra central de inteligencia que, según dijo en su momento la revista bogotana Semana, espiaba ilícitamente entre otros a los negociadores del gobierno en la mesa de la capital cubana. Dicha central de inteligencia pertenecía al ejército.
Este nuevo escándalo de espionaje se conoce a tres semanas de las elecciones presidenciales en las que Santos, un economista de 62 años, busca su reelección.