El líder republicano en el Senado despachó a su rival del Tea Party con facilidad el martes por la noche y los demócratas escogieron a dos mujeres, Alison Lundergan Grimes para oponérsele en Kentucky, y Michelle Nunn para combatir en Georgia, en las elecciones del próximo noviembre, donde se juega el control del Senado. 353945
Y en una tercera carrera de alto calibre, el senador demócrata Mark Pryor, de Arkansas, y su rival republicano, el representante Tom Cotton, no tuvieron oposición en la nominación de sus respectivos partidos.
En la noche de primarias de más actividad en lo que va de año, los demócratas que tratan de regresar al poder en el Capitolio estatal de Pennsylvania nominaron al empresario Tom Wolf para oponerse al gobernador republicano Tom Corbett en su postulación a un segundo término.
Las batallas de las primarias republicanas entre conservadores respaldados por el establishment y rivales favorecidos por el Tea Party dominaron la noche, como ya había ocurrido en Carolina del Norte y como sucederá en Mississippi, Kansas y Alaska. Los republicanos están obligados a ganar seis escaños para tener mayoría en el Senado, y líderes del partido han dado prioridad a evitar la presencia de candidatos en la boleta que parezcan demasiado conservadores o poco estables —o las dos cosas— para imponerse en las carreras que puedan ganar.
McConnell, legislador en cinco periodos y el mejor ejemplo del conservadurismo republicano, se llevaba 60% de los votos en Kentucky. Su rival, Matt Bevin, llevaba 36%.
Para los demócratas, la noche del martes fue una oportunidad de mostrar a esos retadores, mujeres en los dos casos, en los pocos estados donde el partido tiene esperanza de arrebatar escaños a los republicanos.
La demócrata Grimes llevaba el 76% en una carrera de cuatro candidatos, ganando la primaria de Kentucky con facilidad.
Ella y McConnell no perdieron tiempo en centrar su atención en la campaña de otoño.
"Háganme la líder de la mayoría y Kentucky liderará a Estados Unidos", dijo McConnell en una apelación al orgullo de su estado, agregando que usaría ese poder para mantener controlada la agenda del presidente Barack Obama.
Grimes dijo que la elección no era sobre Obama y respondió con fuerza a algunas de las críticas. "No soy un vestido vacío. No le digo que sí a todo. Soy una mujer fuerte de Kentucky", expresó a sus partidarios en Lexington.
En Georgia, Nunn, cuyo padre fue senador demócrata por ese estado durante cuatro períodos, dejó atrás fácilmente a sus rivales demócratas y esperaba a conocer al ganador de la primaria republicana para conocer a su rival en noviembre.
Siete republicanos se postularon a esa nominación y un desempate el 22 de julio parecía seguro. El empresario David Perdue calificó para la próxima vuelta, mientras que el representante Jack Kingston superaba a la exsecretaria de Estado Karen Handel de cara a la final
Junto con Perdue, Kingston y Handel, los representantes Phil Gingrey y Paul Broun también estaban en la boleta republicana de Georgia, y la presencia de tres legisladores titulares aseguraba grandes cambios en la delegación estatal en la Cámara para enero.
Bevin fue respaldado por grupos del Tea Party en el estado donde dejaron su marca hace cuatro años al elegir al senador republicano Rand Paul.
Afectado por bajos índices de aprobación, McConnell gastó más de 9 millones de dólares hasta el final de abril en su campaña por la primaria, según cifras de la Comisión Federal Electoral. Bevin gastó 3 millones de dólares y grupos de fuera donaron 5 millones más, lo que dio lugar a una ola de anuncios políticos en televisión que probablemente continuarán hasta el otoño.
En Oregon, los republicanos que escogían un nominado para oponerse al senador Jeff Merkley escogían entre el representante estatal Jason Conger y la doctora Monica Wehby.