Fuerzas iraquíes se preparaban el miércoles para penetrar más al centro de la ciudad de Ramadi, en poder del grupo Estado Islámico, mientras milicianos suníes se atribuían responsabilidad en un ataque suicida con explosivos en Bagdad que dejó 11 muertos. 1p3v6r
Respaldadas por ataques aéreos encabezados por Estados Unidos, tropas iraquíes han batallado para recuperar terreno tomado por el grupo EI desde que los milicianos se apoderaron a mediados de 2014 de grandes extensiones del norte y occidente del país, junto con territorios en la vecina Siria.
El avance en la vasta provincia iraquí de Anbar, al oeste de Bagdad, ha sido particularmente lento, pero el martes fuerzas iraquíes tomaron un centro de operaciones del EI y el estratégico barrio de Tamim a las afueras de la ciudad.
En Bagdad, mientras tanto, un atacante hizo estallar el miércoles los explosivos que portaba en una mezquita chií, matando al menos a 11 personas e hiriendo a 20 más, una ofensiva que se atribuyó rápidamente el grupo Estado Islámico. El general de brigada Saad Maan, vocero del Ministerio del Interior, dijo que el atacante detonó su bomba en la entrada de la mezquita cuando los feligreses estaban saliendo después de las oraciones del mediodía.
La atribución de responsabilidad del EI fue a través de un comunicado colocado en internet por sus partidarios. Tenía el logotipo del grupo y era semejante a atribuciones previas emitidas por los extremistas. El Estado Islámico ha enfocado sus ataques en la mayoría chií de Irak, a la cual extremistas suníes consideran apóstata.
En Anbar, el general de división Ismail al-Mahlawi, jefe de operaciones de las fuerzas armadas iraquíes en la provincia, dijo que las tropas se estaban preparando para avanzar "hacia el complejo gubernamental y el área de Houz" en el centro de Ramadi.
Señaló el miércoles a The Associated Press que el barrio es la columna vertebral de la estructura del grupo EI en Ramadi.
Los avances de las tropas el martes fueron la incursión más significativa en Ramadi desde que la ciudad cayó en poder del EI en mayo. El obstáculo más grande por superar es cruzar el río Éufrates al norte de la ciudad y su tributario Warar en el oeste.
Desde que invadió Ramadi, el grupo Estado Islámico ha destruido todos los puentes alrededor de la ciudad. Además demolió el comando de operaciones en Anbar y se desplegó en las áreas residenciales de la ciudad para establecer centros de comando menos visibles.
FUENTE: AP