Ingenieros militares rusos llegaron el jueves a Siria en una misión de desminado en la ciudad ancestral de Palmira, arrebatada al grupo Estado Islámico en una ofensiva que ha demostrado la fuerte presencia militar rusa en este país pese a una reducción de su flotilla de sus aviones. 2p1t1p
El Ministerio de Defensa dijo que unidades de zapadores fueron transportadas a Siria con equipo que incluye robots modernos para desactivar minas en el sitio arqueológico. Estaciones televisivas rusas mostraron aviones de transporte Il-76 aterrizando con los ingenieros a bordo antes del amanecer en la base aérea rusa en Siria.
La recuperación de Palmira el domingo fue una importante victoria sobre el Estado Islámico, que mantuvo un reino de terror allí durante 10 meses.
El teniente general Serguei Rudskoi, del estado mayor de las fuerzas armadas rusas, dijo que asesores militares rusos ayudaron a planear y dirigir la operación del ejército sirio para recapturar Palmira.
Dijo que aviones militares rusos volaron 500 misiones de combate desde el siete al 27 de marzo, atacando 2.000 objetivos alrededor de Palmira, incluyendo posiciones de artillería y fortificaciones. Los aviones rusos atacaron también a combatientes del Estado Islámico que trataban de huir hacia sus bastiones en Raqqa y Deir el-Zour, añadió Rudskoi.
El alto número de misiones de vuelo en respaldo de la ofensiva en Palmira demuestra la capacidad rusa de proveer un fuerte apoyo a las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad pese a una retirada parcial de aviones de combate de Siria este mes. El presidente ruso Vladimir Putin ha dicho que esa retirada deberá ayudar a las conversaciones de paz en Siria que se iniciaron en Ginebra, pero ha prometido que seguirá combatiendo al Estado Islámico y el Frente Nusra, vinculado con Al Qaeda.
Un cese del fuego en Siria auspiciado por Rusia y Estados Unidos y que comenzó el 27 de febrero ha sido mayormente respetado, pero el Estado Islámico y el Frente Nusra no participan. Rudskoi dijo que la tregua ayudó a las fuerzas sirias a intensificar su campaña contra esos dos grupos.
Aunque algunos aviones militares rusos fueron enviados de regreso al país tras una fuerte participación en la campaña aérea que comenzó el 30 de septiembre, las fuerzas armadas rusas han desplegado nuevas armas en la base aérea de Hemeimeem, en la provincia costera de Latakia, bastión de la minoría alauita a la que pertenece. Los rusos probaron su nuevo helicóptero artillado, el Mi-28, en combate por primera vez.
Rudskoi enfatizó que los aviones rusos usaron armamento de precisión para prevenir daños a los tesoros arqueológicos en Palmira. Dijo que los zapadores tendrán que revisar ahora más de 180 hectáreas de áreas residenciales e históricas en Palmira y añadió que la tarea es difícil porque, además de las minas convencionales, el terreno está lleno de trampas explosivas y otros artefactos improvisados.