El encarcelado activista egipcio Alaa Abdel-Fattah, que está en huelga de hambre, ha vuelto a beber agua, según dijo su familia el lunes, en la primera comunicación del destacado disidente en más de una semana entre temores por su vida.
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Las autoridades impidieron en dos ocasiones que el abogado de Abdel-Fatthah, Khaled Ali, le visitara en prisión desde que se anunció la intervención médica, a pesar de que la fiscalía estatal había autorizado la visita.
Abdel-Fattah, uno de los activistas prodemocracia más destacados del país, había agravado su huelga de hambre el 6 de noviembre, cuando comenzó la conferencia climática de Naciones Unidas en el balneario del Mar Rojo de Sharm el Sheij, Egipto, para llamar la atención sobre su caso y los de otros presos políticos.
Antes había dejado de comer, pero al comienzo de la cumbre dejó de beber. La noticia sobre una intervención médica hizo temer a su familia que muriera en prisión.
Laila Soueif, madre del preso, dijo a The Associated Press que la carta no mencionaba su huelga de hambre, pero la familia asumía que seguía en marcha.
“No pidió comida”, dijo. “Pidió (...) sales y vitaminas”.
Las autoridades penitenciarias habían permitido que el detenido se comunicara con su familia a través de cartas semanales. La carta del lunes era la primera prueba de vida que recibía la familia desde que empezó a rechazar el agua hace ocho días.
FUENTE: Associated Press