El Gobierno de Cuba asegura que cumplió con su estrategia para disminuir, en la medida de lo posible, los apagones durante los meses del verano, cuando el consumo en los hogares se dispara por el uso de ventiladores y aires acondicionados, según informaron este viernes medios oficialistas.
“No tenemos un suministro estable de combustible como teníamos en otros momentos. Estamos saliendo al mercado internacional a comprar el combustible y la factura petrolera del país es de más de 4.000 millones de dólares (anuales)”, aseguró el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy al portal Cubadebate.
De la O Levy subrayó que, en los meses anteriores, la disponibilidad de combustibles fue mucho menor que la del año pasado, y que, por esa razón, en algunos sitios del país -sobre todo marzo- se llegó a incluso las 20 horas diarias de apagón.
Precisamente en marzo pasado se registraron las principales protestas desde las marchas antigubernamentales del 11 de julio de 2021. El día 17 de ese mes, en las calles de Santiago de Cuba, cientos de personas gritaron: "¡Corriente y comida!".
Cuba tiene grandes problemas con apagones en sus ciudades 593o23
Tras un breve periodo de estabilidad, los apagones continuaron su incremento desde mayo hasta afectar en algunos días al 40 % del país de forma simultánea.
Hasta La Habana, a la que las autoridades preservan de lo peor de la crisis, tuvo que tomar medidas.
La estatal Unión Eléctrica (UNE) dividió la capital en bloques y programó apagones alternos de cuatro horas por las mañanas y las tardes.
Según el titular de Energía, el plan del Gobierno de cara al verano se basó en mantenimientos programados a las unidades generadoras de las centrales termoeléctricas, muchas de ellas obsoletas y que datan de los tiempos de la Unión Soviética.
De acuerdo con De la O Levy, "a casi todas las unidades de generación térmica y de gas se les dio mantenimiento".
El sistema eléctrico de la isla presenta un estado precario por las averías en las siete termoeléctricas, la falta de inversiones y mantenimientos, así como de combustible importado.
Estimaciones independientes aseguran que para reflotar el sistema energético harían falta 10.000 millones de dólares en momentos en los que el Estado cubano carece de divisas.
En una entrevista con EFE en abril, el director general de Electricidad del Ministerio, Lázaro Guerra, aseguró que esa cantidad no le parecía “disparatada”.
Una solución ha sido alquilar centrales eléctricas flotantes (hubo hasta ocho, de las que actualmente quedan cinco). Se trata de una salida rápida, pero contaminante, costosa y cortoplacista.
El Gobierno cubano ha rentado en los últimos seis años hasta siete centrales eléctricas flotantes (de las que actualmente solo quedan cinco) para paliar la falta de capacidad de generación, una solución rápida pero temporal, contaminante y costosa. EFE