La variante más reciente del COVID-19, ómicron, trastocó los planes de fin de año de decenas de miles de viajeros pero no causó grandes perjuicios a las ventas de la temporada. 4x5u6u
Sin embargo, los compradores se olvidaron de la variante ómicron en tanto que las ventas de temporada aumentaron a su ritmo más alto en 17 años, según una medición de esos gastos.
Ómicron posiblemente desacelere el inesperado y fuerte repunte que tuvo la economía frente a la recesión del año pasado causada por el coronavirus porque alterará los viajes y desalentará a algunos consumidores a aventurarse a salir. La variante podría también avivar la ya fuerte inflación si paraliza fábricas y puertos, lo que demoraría embarques y causaría una subida de precios.
“Una reapertura plena de la economía estadounidense volverá a demorarse otra vez”, dijo Robin Broooks, economista principal en el Institute of International Finance, un grupo de firmas financieras.
Sin embargo, se desconoce de cuánto será la magnitud de los perjuicios y su duración. Por el momento, la variante está causando estragos en los viajes. Más de 1.100 vuelos de llegada, salida o en marcha dentro de Estados Unidos fueron suspendidos, según el sitio web que les da seguimiento FlightAware.
Esa cifra supone un incremento de casi 1.000 sobre el sábado y unos 130 más fueron cancelados para el lunes.
Delta, United, JetBlue y American atribuyeron a ómicron la escasez de personal que obligó las cancelaciones.
“Esto fue imprevisto”, declaró la portavoz de United, Maddie King, sobre los efectos de la variante en el personal.
A nivel global, las aerolíneas cancelaron más de 2.700 vuelos para el domingo en la noche y casi alcanzaban las más de 2.800 cancelaciones del día previo, según cifras de FlightAware. El sitio no explicó por qué fueron cancelados los vuelos.
FUENTE: Associated Press