Cinco países de la Unión Europea con costa en el Mediterráneo y que temen posibles olas de refugiados del hambre procedentes de África pidieron el sábado el fin de la política de solidaridad “voluntaria” de la UE hacia los migrantes y una mejor forma de distribuir la carga al ayudarlos.
Los ministros del Interior de España, Italia, Grecia, Chipre, y Malta concluyeron conversaciones de dos días en Venecia en medio de temores de que el bloqueo de las exportaciones de granos ucranianos debido a la invasión rusa pudiera causar un flujo enorme de migrantes de África al sur de Europa.
El ministro chipriota, Nicos Nouris, dijo a los reporteros que se necesita una política común y sólida de la UE para la migración. “La solidaridad no es un lema, ni puede carecer de sustancia”, declaró.
Políticas previas de la UE, bajo las cuales los podían ofrecer recibir a algunos de los centenares de miles de migrantes que llegan a Italia, Grecia y otras costas sureñas, han resultado inadecuadas. Muchos países de la UE si siquiera se ofrecieron a ayudar. Otros, incluso cuando prometieron recibir a un número pequeño de migrantes rescatados en alta mar, no cumplieron.
“La solidaridad, en nuestra opinión, no puede ser voluntaria”, agregó Nouris.
Apuntó que luego de varios años de aceptar migrantes en Chipre, ahora 5% de la población de la pequeña isla del Mediterráneo es de solicitantes de asilo.
La reunión no abordó el problema de los millones de refugiados ucranianos que recientemente inundaron naciones del norte de la UE, como Polonia, Hungría y Rumania.
FUENTE: Associated Press