Este miércoles, la justicia sa tomará una decisión crucial sobre Pavel Durov, el fundador franco-ruso de Telegram, quien enfrenta la posibilidad de ser imputado y, eventualmente, encarcelado. Durov fue detenido el pasado sábado en el aeropuerto de Le Bourget, al norte de París, y trasladado al Palacio de Justicia de la capital sa después de varios días en custodia policial.
El multimillonario de 39 años enfrenta acusaciones por supuesta inacción frente a la difusión de contenidos delictivos en su plataforma de mensajería cifrada. La investigación en su contra, que comenzó el 8 de julio, abarca delitos graves como narcotráfico, pornografía infantil, fraude y blanqueo de capitales. Telegram, con una base de s que supera los 900 millones, ha defendido que “cumple las leyes de la Unión Europea” y ha calificado las acusaciones de "absurdas", argumentando que no se puede responsabilizar a una plataforma o a su propietario por los abusos cometidos por s.
Telegram y la privacidad 5x3a5o
Telegram, conocida por su énfasis en la privacidad y la confidencialidad, ha sido una herramienta clave durante la ofensiva rusa en Ucrania, utilizada por políticos y observadores en ambos bandos. No obstante, la plataforma también ha sido criticada por alojar contenido ilegal, desde imágenes sexuales extremas hasta desinformación y servicios de compra de drogas.
El futuro de Durov pende de un hilo mientras la justicia sa decide si lo mantiene en libertad sin cargos, como ocurrió con su guardaespaldas y asistente, que también fueron detenidos y liberados tras ser interrogados. Además, Francia ha abierto una nueva investigación relacionada con "violencia grave" contra uno de los hijos de Durov, nacido en 2017 durante su estancia en París.
La decisión de hoy podría tener importantes repercusiones tanto para Durov como para la política de privacidad y gestión de contenidos en plataformas digitales a nivel global.