La Ruta de la Seda es una red histórica de rutas comerciales terrestres y marítimas impulsadas por China desde el siglo I a.C.. En 2013, el gobierno chino relanzó esta estrategia bajo el nombre de Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), con el objetivo de fortalecer su influencia global mediante proyectos de infraestructura y comercio en diversos países.
Hasta la fecha, 21 países latinoamericanos han firmado acuerdos para unirse a la iniciativa, incluyendo Uruguay, Ecuador, Venezuela, Chile, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Perú, Nicaragua y Argentina. Estos memorandos han dado lugar a distintos proyectos de infraestructura y cooperación económica en la región.
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En el contexto moderno, el gobierno chino relanzó esta estrategia en 2013 bajo el nombre de Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), con el objetivo de fortalecer su influencia global mediante proyectos de infraestructura y comercio en diversos países.
En junio de 2014, la UNESCO reconoció un tramo de la Ruta de la Seda como Patrimonio de la Humanidad, específicamente bajo la denominación "Rutas de la Seda: red viaria de la ruta del corredor Chang'an-TianShan".
Panamá se retira de la Ruta de la Seda
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, confirmó que su gobierno no renovará el memorando de entendimiento sobre la Ruta de la Seda, firmado en 2017 entre Panamá y China.
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"Vamos a estudiar la posibilidad de si se puede terminar antes o no. Creo que le toca en uno o dos años la renovación", declaró Mulino al referirse al acuerdo, que enmarcaba la cooperación en comercio e infraestructura dentro de la iniciativa china.