Algunos tratamientos contra el cáncer tienen como efecto secundario la pérdida de cabello durante el tratamiento. Esto es incómodo socialmente y en ocasiones, psicológicamente. Quedarse sin cabello, cejas, ni pestañas deja a la persona en un shock emocional. 3p5n5i
Sin embargo, no nos echemos a perder. Existen múltiples alternativas que puedes optar para seguir sintiéndote a la moda en todo momento. El cáncer no gana. El cáncer no es sinónimo de verte mal. Todo lo contrario, sigue luchando por tus gustos y tus sueños.
Los turbantes o pañuelos, también conocidos como pañuelos oncológicos son pensados para proporcionarte comodidad, seguridad y libertad de movimiento, para que se conviertan en un aliado para tu día a día durante el tratamiento, ya sea para estar en casa o salir.
El mismo es para utilizar durante la caída del cabello provocado por el tratamiento de quimioterapia y cuando se quiera descansar de llevar la peluca que muchas veces puede provocar picazón, resequedad o calor.
Aquí te mostramos diferentes maneras de usar un pañuelo o turbante:
- La forma más sencilla de usar un pañuelo oncológico comienza con doblarlos a la mitad y colocar la parte doblada, no la que une las dos puntas, en la zona de la frente. Una vez colocado, este debe quedar un lado más largo que otro para realizar un lazo por debajo de la nuca. Posteriormente, el lado más largo se deberá colocar por encima de la frente a modo de diadema para unirlo con la parte más corta y formar así un lazo a la altura de la oreja o unir ambas partes con un bonito broche.
- Se debe colocar uno de los extremos de la prenda en la frente (con la tela en el sentido contrario al dibujo) simulando el mecanismo de una diadema. Una vez colocado, deberá enrollar lo sobrante en una sola vuelta para formar una rosca en la cabeza, tras la rosca, tendrá que doblar el sobrante de la tela sobre sí mismo para colocarlo sobre su extremo y así simular un gorrito.
FUENTE: Mariana Vargas